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Con frecuencia se plantea la cuestión sobre hasta que edad hay que esperar para operar un oído perforado en un niño. Uno de los últimos trabajos publicado por la Dra Ryan en la sección Best Practice de la revista Laryngoscope confirman que hay que tratar de solucionar el problema lo antes posible, siempre y cuando no existan otitis de repetición y el oído contralateral no muestre alteraciones compatibles con un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio.

La enigmática trompa de Eustaquio

La trompa de Eustaquio es una estructura muy compleja desde el punto de vista anatómico y funcional que comunica el oído medio con la nasofaringe. Sus funciones fundamentales son las de equilibrar las presiones, proteger el oído medio y facilitar el drenaje de las secreciones de éste. 

La patología del oído medio es muy frecuente y generalmente está relacionada con el mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio. Esto es debido a que en los niños tiene una disposición más horizontal, es más corta y el cartílago que la forma es menos consistente.

Hoy día consideramos la trompa de Eustaquio como un órgano muy dinámico con un esqueleto cartilaginoso muy peculiar, una mucosa que recubre su luz interior provista de aparato mucociliar y rodeada de tejidos blandos y de músculos fundamentales para su apertura u cierre.

Hasta la fecha, no disponemos de pruebas específicas para comprobar si la trompa de Eustaquio funciona bien, aunque los datos de la historia clínica, de la exploración endonasal endoscópica y las pruebas audiométricas, nos permiten establecer un diagnóstico adecuado en la mayoría de los pacientes.